Fauna nocturna
Este fin salí de antro con una amiga.
Después de años sin salidas nocturnas ( a mi ex nunca le gustó la vida nocturna), fue una especie de desahogo mental el que tuve.
Entre algunas cosas interesantes fue recordar y ver que las cosas no han cambiado mucho, la fauna sigue siendo la misma de siempre, desde los chavitos inofensivos "buena onda" hasta los gañanes que piensan que el invitar una bebida (generalmente cerveza... pinches codos) debe de traducirse en un compromiso para abrirles las piernas sin más preguntas.
El tipo de hombres con el que más frecuentemente se topa una mujer es con aquellos "galanes" que creen que por andar "de modísima", o que por traer un auto bueno o por sacar un fajote de billetes ya tienen ligue asegurado, me chocan ese tipo de imbéciles, eso sí, en cuanto mandas a volar a uno ya está el siguiente animal haciendo fila para "intentar" sacar algo.
Por desgracia este tipo de perdedores abunda ya que muchas congéneres caen en su jueguito o carecen de las neuronas necesarias para darse un lugar propio y no terminar como adorno o desfogue de los instintos cavernícolas de esa fauna humana.
El mundo está mal, mal...
Después de años sin salidas nocturnas ( a mi ex nunca le gustó la vida nocturna), fue una especie de desahogo mental el que tuve.
Entre algunas cosas interesantes fue recordar y ver que las cosas no han cambiado mucho, la fauna sigue siendo la misma de siempre, desde los chavitos inofensivos "buena onda" hasta los gañanes que piensan que el invitar una bebida (generalmente cerveza... pinches codos) debe de traducirse en un compromiso para abrirles las piernas sin más preguntas.
El tipo de hombres con el que más frecuentemente se topa una mujer es con aquellos "galanes" que creen que por andar "de modísima", o que por traer un auto bueno o por sacar un fajote de billetes ya tienen ligue asegurado, me chocan ese tipo de imbéciles, eso sí, en cuanto mandas a volar a uno ya está el siguiente animal haciendo fila para "intentar" sacar algo.
Por desgracia este tipo de perdedores abunda ya que muchas congéneres caen en su jueguito o carecen de las neuronas necesarias para darse un lugar propio y no terminar como adorno o desfogue de los instintos cavernícolas de esa fauna humana.
El mundo está mal, mal...
