miércoles, 3 de octubre de 2007

Metatextos

Quiero compartir el texto con el que participe en el ejercicio 3 de Metatextos, una propuesta por demás interesante para los que gustamos de escribir por el simple gusto de hacerlo.

Los ejercicios consisten en escribir un pequeño texto de determinada extensión, basándose en una idea que se da a conocer en dicho blog. Se tiene casi una semana para enviarlo y una vez que se publican, se participa en una retroalimentación. El tema del ejercicio 3 fue Calenturas ajenas, en el que había que escribir desde la perspectiva del sexo opuesto lo cuál fue bastante interesante.


El mío en esta ocasión fue El Otro Erotismo:






-Mmmm… Vaya que se ve buenísima!-

Tenía rato que no la veía así de arregladita, después de casi desnudarla con los ojos le abro la portezuela y nos vamos al antro.

Horas pasan hasta que parece haberse divertido suficiente (además me quedo sin lana), caminamos al carro y me detengo, hago un intento por besarla y ella parece no estar de acuerdo, sin soltarla le hablo al oído, la acaricio un poco y empieza a cooperar.

Al fin un beso, meto mi lengua y aunque hace gestos creo que le gusta… Vaya que es una zorrita bien disimulada.

Por fin la convencí de ir a mi depa, ojala que no se fije en el desorden… además no se va a quedar a vivir.

Uff… ahora si rompí record, apenas llegamos y la encueré en cinco minutos, se veía medio molesta cuando los botones de su blusa salieron volando pero yo sé que se contentó cuando le dije que le compraría otra, ya nomás deja busco las mascaritas para darle papas.

Híjole… se nota que ya tenía rato sin acción, yo ya quedé satisfecho pero ella al parecer no. Después del reglamentario precalentamiento pues, decidí ir por todo y se la dejé ir completa, además no quiso mamar (apretada), yo sé que me lucí por que vi las caritas que hacía, decía que la lastimaba pero ¿Qué quería que hiciera? Así de grande la tengo. Ja, ja, ja.

Cuando le dije que ya casi terminaba me dijo que se la sacara, no mamar, si es bien rico venirse dentro… UUUUUHH. No lo hice y se molestó un poco pero a las viejas les gusta que uno se imponga como yo.

Le di mi número antes de pedirle taxi… segurito me llama en la mañana.

¿Hombres como yo? Pocos…




La verdad fue algo complicado pero resultó una experiencia bastante agradable. Ya espero con ansia el siguiente ejercicio. Si alguien gusta participar pues puede darse una vueltecita por dicho blog haciendo click aquí.