lunes, 4 de junio de 2007

Caras vemos...

...mañas no sabemos.

Este fin de semana salí de antro con mis amigas como suelo hacer cada fin de semana.

Llegamos a un bar que nos agrada muchísimo y que queda en el centro de León a pocos minutos de mi casa, de entrada el ambiente estaba súper prendido y había un montón de chicos bellísimos, unos minutos bastaron para que empezaran a llagarnos tragos y flores de parte esos tipos, pero en especial vi un espécimen que llamó mi atención casi en cuanto puse mis bellos ojitos en él.

Alto, de buen cuerpo y una sonrisa, UFF... un bombón.

Tardó un poco en decidirse pero al final se acercó, después de las consabidas presentaciones me invitó a bailar y yo encantada acepté, la noche fue transcurriendo hasta que a eso de las 2:00 decidimos cambiar de antro pues mis amigas deseaban ir en busca del galán de una de ellas.

Salímos y en la plática mi prospecto me parecía aún más atractivo, nos dispusimos a ponernos en marcha cuando me preguntó si nos íbamos en su carro o en el mío, le dije que en el suyo y nos dirijimos hacia donde lo había dejado. Cuando llegamos me abrió la puerta, lo cuál considero un gesto de caballerosidad irresistible pero apenas había puesto un pie dentro cuando me dijo: "No te importa que lleguemos tarde con tus amigas verdad? No me gusta perder el tiempo cuando estoy con una chica tan bella".

Sentí el clásico cubetazo de agua fría, el tipo se pensaba que por un baile y unas copas ya había asegurado sexo y... tuve que aplicar el plan 3.1416: sin perder la compostura le dije que en ese caso teníamos que llevarnos mi carro también por que no me gusta dejarlo solo. (A pesar de estar en estacionamiento privado con personas que ya me conocen y ubican como clienta)

Le dije que mejor nos veíamos en mi casa y que ahí ya podíamos "entendernos" mejor y sin prisas, el tipo lo creyó, como el 99% de los hombres que son igualitos a él, le dí la dirección y le dije que me siguiera. Obviamente en la primera oportunidad lo perdí.

Me molesta mucho que alguien piense que puede decidir si tendré relaciones con él cuando lo decida, en verdad había pensado en la posibilidad pero no era para nada algo seguro y luego, en un pequeño instante la imagen que me había formado de él se vino abajo y de forma por demás infame. Me gusta ser respetada y este tipo de detalles son los que refuerzan mi idea de celibato cada vez más. (¡¡Ajá!!)

Sé que no todos los hombres son así pero creo que el 95% si encaja en algún nivel enfermizo en esas características.

Le hablé a mis amigas y les conté lo que pasó y me dijeron que precisamente el tipo en cuestión acababa de llegar a ese bar buscándome y que estaba muy enojado, les dije que mejor me iba a mi casa para no tener problemas.

Qué forma tan estúpida de echarle a perder la noche a alguien.



p.d. Me pregunto si el tipo se enojó cuando llegó a la dirección que le dí: la del estadio Nou Camp. =P