jueves, 5 de abril de 2007

Al amanecer


Todo en calma después de la vorágine vivida durante la noche de pasión y lujuria.

El silencio es roto únicamente por el escaso ruido de la calle y por el sonido de su respiración cerca, muy cerca de mi.

No hay remordimientos, ni reclamos, no hay pena, ni tristeza, la amistad fue más allá y rompió con los límites que habíamos puesto.

Al despertar sé que te irás pero no antes de repetir la experiencia, sé que me verás con otros ojos y sé incluso lo que dirás.

Lo que no sé es si habrá otros encuentros, otras noches parecidas, no sé que significaré para ti de ahora en adelante... ¿Una amistad más cercana? ¿Un posible nuevo amor? ¿Un pedazo de carne para saciar tus instintos?

No lo sé...

Solo... no lo sé.