domingo, 6 de mayo de 2007

Satisfacción

Uff...

Cansado...

Vigoroso...

Apasionado...

Delicioso...

Relajante...

Siempre, después de una noche de sexo podemos sentirnos de dos formas, felices o frustrados. En mi caso esta vez terminé feliz.

Siempre sabe dónde tocarme, cómo acariciarme en el momento correcto, en el momento oportuno, sabe lo que me gusta y lo que prefiero y parece adivinar mis deseos y mi gusto.

El terminar cansada, relajada y satisfecha es una de las sensaciones que toda mujer debería exigir a su pareja (por casual que pudiese ser), ya que no existe algo más frustrante que una insatisfacción sexual a causa de una pareja floja o insensible al hecho.

Lo ví alzarse frente a mí,
tras vestirse volvió su rostro
y me dirigió su mirada.

Yo, tirada en la cama,
observé cada movimiento
sin siquiera moverme.

No dijo palabra alguna,
sólo pude ver una sonrisa
y le contesté con una igual.

Se fue dejándome así,
tirada entre las sábanas,
desnuda pero feliz.

Agotada, sin ganas de moverme
sólo puedo decir: Gracias corazón...
Esperaré ansiosa el siguiente encuentro.